La agrupación EDI-UCR propone que los estudiantes impulsemos
una campaña por un “corredor seguro”, equipado con cámaras de seguridad y
policía, en el trayecto que une las dos sedes. Macri no tiene nada que
envidiarle a semejante campaña, solamente faltan los globos amarillos en hall
de la facu.
A nadie se le escapa que el negocio de la droga, de la
prostitución, las redes de trata, y hasta el pungueo existe con la complicidad
de la policía. Esa misma fuerza es la que asesina a un pibe por gatillo fácil
por día, que tiene nueve mil efectivos en funciones hoy que fueron parte de la
dictadura militar, que secuestra mujeres para redes de trata como en el caso
Marita Verón.
La marginalidad que vemos en el barrio de once es producto
de este sistema que somete de modo extremo a amplios sectores de la población
pobre, empujándolos a la delincuencia
menor. Los empresarios y los
gobernantes, primero los expulsan del sistema, llevándolos a un punto de
marginalidad irreversible donde es imposible para alguien que vive en la calle
conseguir un trabajo que le permita subsistir. Después, estos mismos
gobernantes y empresarios acuden a sus “perros guardianes” de las fuerzas de
seguridad para mantener “el control social” de esos marginados a punta de
pistola, cometiendo todo tipo de atropellos y actos de represión.
La campaña del EDI-UCR es continuación de su tradición
politica nefasta, defendiendo a los
milicos como lo hizo con la ley de obediencia de vida y punto final o
reprimiendo como en diciembre del 2001 donde dejaron un saldo de 38 muertos en
medio de un país en ruinas.
El EDI no es un grupo de estudiantes independientes, son los
radicales de la UCR en el UNEN. Son los
que en la UBA defienden al rector Barbieri que gana 1 millon de pesos anuales
mientras hay 10 mil docentes ad honorem; son los que defienden a su dirigente
radical Darío Richarte, vicerrector de la UBA que fue servicio de la SIDE
(secretaría de inteligencia y espionaje) en el gobierno de la alianza allá por
el 2001. Con estos personajes políticos pretenden que la UBA sea una
universidad de elite, donde el acceso sea restringido a las capas mas altas de
la población, con posgrados pagos y que forme profesionales que pidan más
policía y no piensen cómo terminar con la pobreza, la miseria y acabar con la
policía, un aparato corrupto que defiende
los intereses de las grandes empresas y sus gobiernos. Ellos quieren
profundizar con un modelo de universidad aliada a YPF, a la alumbrera contaminante, a las grandes
empresas de recursos humanos, a las empresas farmacéuticas, etc.
Desde la Juventud del PTS, en la vice presidencia del CEP,
creemos que el centro de estudiantes debe levantar un programa e iniciativas
totalmente opuestas. Por eso fuimos los impulsores de la campaña por la
aparición de Luciano Arruga, desaparecido por la Policia de La Matanza. Por eso
echamos a Mario Casalla, profesor adjunto de Historia de la Psicologia (Cat.
Rossi) vinculado a crímenes de lesa humanidad durante la ultima dictadura. Por eso también
estuvimos junto a los trabajadores del
Borda durante la represión de la metropolitana.
Por eso hoy decimos fuera Richarte, ningún servicio de
inteligencia en la UBA!
Por un Centro de estudiantes que luche junto a los
trabajadores por defender su trabajo y por una educación pública, laica y de
calidad al servicio de las necesidades del pueblo pobre y trabajador.