Escrito por: Lautaro, Érica y Agustín
¡Marchá este 24 de marzo con La Imaginación al Poder!
Este 24 de marzo se marchará desde Congreso a Plaza de Mayo al cumplirse 38 años del golpe genocida que cerró con sangre y horror el último ascenso de la clase obrera.
Durante los años previos al golpe, los trabajadores se pusieron a la cabeza de grandes jornadas de lucha como el Cordobazo y el Rosariazo, logrando en el ‘75 la conformación de asambleas interfabriles. Estos espacios donde la clase obrera se fortalecía políticamente, eran una gran amenaza para la burguesía, que optaron por cortar de raíz con el golpe militar. Así, sembraron el terror entre las masas con el asesinato y la desaparición de trabajadores y estudiantes, generando las condiciones para la implantación de las políticas neoliberales.
Hoy, la clase obrera está fortalecida gracias a la recomposición de los puestos de trabajo, el crecimiento de la sindicalización, etc. Acompañado esto con una embrionaria ruptura con la burguesía y en especial del peronismo, con el 20N como máxima expresión de ese proceso.
Frente a la crisis económica, el Gobierno Nacional toma decisiones cada vez más de derecha, sin sonrojarse después de tantos años de retórica populista. En los últimos meses ajustó con una receta de lo más ortodoxa, reforzando el aparato represivo con militares como Milani al frente del Ejército o al “carapintada” Berni en el Mtrio. de seguridad, avaló la condena sin pruebas a los petroleros de Las Heras, etc.
Entre algunxs compañerxs de La Imaginación al Poder decidimos escribir estas líneas porque nos parece importante que lxs estudiantes de Psicología comprendan cuál es nuestra postura y por qué queremos construir Centros de Estudiantes militantes, que no se contenten con conmemorar esta fecha de forma folklórica sino que se jueguen a luchar junto a lxs trabajadorxs para que haya juicio y castigo a los genocidas de la dictadura, para lograr la absolución de los petroleros de Las Heras, la destitución de Milani, luchar contra el ajuste y el intento de criminalizar la protesta que Cristina quiere implementar y que los partidos patronales opositores apoyan.
El golpe militar… o la contrarrevolución burguesa.
Todos los discursos que se escuchan acerca de la dictadura militar intentan ocultar lo que para nosotrxs es la prueba contundente de la lucha irresuelta de los trabajadores en los ’70, que comenzaba a organizarse por fuera de las direcciones sindicales burocráticas, cuestionando, de forma embrionaria pero peligrosa (para la burguesía), al peronismo. La creciente organización por fuera de los marcos de las direcciones sindicales burocráticas, prendió la alarma de la burguesía. En esos años se formó la AAA, que comenzó a perseguir a la vanguardia obrera en plena democracia.
En el ‘75 los trabajadores dieron una gran lucha para defenderse del Plan Rodrigo: el intento de Rodrigo y López Rega de imponer un mazaso salarial,negociar un salario básico de 3.3000, muy por debajo de la inflación del 182%. Este ataque comenzó a ser combatido desde las bases de las fabricas, que rápidamente comenzaron a movilizarse imponiendole a la burocracia de la CGT un paro el 7 y 8 de julio y logrando detener al Rodrigazo y a sus autores[1].
Como bien lo manifiesta Christian Castillo en su texto Elementos para un cuarto relato[2], no fueron “ni meros ‘errores y excesos’ dentro de una guerra contra el ‘terrorismo y la subversión’” del discurso militar, ni tampoco la “teoría de los dos demonios” que intentó quitar el contenido social y político del genocidio argumentando que fue una lucha entre la “extrema izquierda” y la “extrema derecha”, -con excesos de esta última al apartarse de las formas “democráticas” de represión y al desaparecer a “víctimas inocentes"-, borrando con el codo la actividad militante de los desaparecidos. Sólo veinte años después del golpe se comienza a reemplazar este discurso por el que sostenían hasta ese momento Madres de Plaza de Mayo y los partidos de izquierda, poniendo sobre el tapete las ideas y la militancia revolucionarias que sostenían los desaparecidos.
Sin embargo, los discursos arriba citados dejan por fuera las grandes acciones de masas protagonizadas por la clase obrera previas al golpe y bajo la misma dictadura, así como el papel jugado por las organizaciones de izquierda clasistas como el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) o Política Obrera (PO), ambos concentrando su accionar en las fábricas y delimitándose de los métodos guerrilleros muy en boga en aquella época, sostenidos por Montoneros y el ERP principalmente. Extraña, entonces, que si en las estadísticas del Nunca Más alrededor del 54% eran trabajadores y el 30% estudiantes y profesionales, las diversas versiones de los hechos hayan omitido el carácter político del golpe. El proceso entre 1969 y 1975 se caracteriza no sólo por las organizaciones guerrilleras, sino por el proceso revolucionario que tuvo como protagonista principal a la clase obrera, y con el Cordobazo como su máxima expresión.
Un de las formas de organización más importantes de organización de la clase obrera argentina se encontraban las “coordinadoras interfabriles” de 1975, compuesta de comisiones internas, cuerpo de delegados y seccionales de sindicatos. Estas rompían con los límites que intentaba imponer el peronismo y fue uno de los objetivos a liquidar por el golpe genocida. Muestra de esto fue el ataque inmediato a las principales fábricas y la detención de delegados combativos. Desarmar esta nueva forma de organizarse de la clase obrera fue una de las tareas del golpe, con el beneplácito de los partidos patronales como la UCR y la Iglesia.
Fin de ciclo y del discurso: las sogas de continuidad
Considerando el carácter antiobrero y contrarrevolucionario del golpe militar no queda más que denunciar el giro a derecha que está dando el gobierno en este último tiempo. La designación de César Milani como Teniente General del Ejército y el visto bueno para que Berni se ocupe de la represión no puede más esclarecer la postura de Cristina. El Ejército “nacional y popular” se ha vuelto un discurso común con el que intenta restituir la figura de una institución que es estructuralmente la pata reaccionaria de la burguesía (junto al aparato policial) con la que oprime a los trabajadores y el pueblo pobre. Además, recordemos cuál fue la salida del gobierno para detener los motines policiales: “conceder aumentos e impunidad para las fuerzas represivas, mientras plancha y devalúa el salario de los trabajadores”[3].
El gobierno, supuesto defensor de los derechos humanos, decidió que su proyecto político vendría de la mano con César Milani, militar investigado por su rol en el Operativo Independencia en Tucumán en 1975 junto a Antonio Domingo Bussi y otros criminales de lesa humanidad. Mientras que hay 5 mil personas perseguidas, con causas penales armadas a partir del Proyecto X[4]. Un ejemplo de esto ocurrió con trabajadores de Kraft y Pepsico que irán a juicio oral por manifestarse en Panamericana.
En La Rioja Milani está acusado de torturas contra Ramón Olivera y de la desaparición del conscripto Ledo, cuya familia fue amenazada y el CELS hizo público que la familia del periodista Oscar Schaller señala a Milani como uno de los responsables de su secuestro.
Por otro lado, Sergio “Rambo” Berni es un teniente coronel retirado del Ejército, señalado partícipe del levantamiento carapintada de 1987 liderado por el coronel Aldo Rico. Berni es un militar de confianza desde los viejos tiempos neoliberales de Néstor Kirchner en Santa Cruz, cuando era el responsable del control territorial, “el hombre del Gobierno que trata en la calle con los grupos piqueteros duros”. Así lo demostró en el desalojo de las bodegas Giol así como colaborando en la desarticulación de la ocupación del Parque Indoamericano con el saldo de tres muertos, así como en muchos otros ejemplos.
Sumándole a lo anterior, en esta “dékada ganada” del Kirschnerismo hubieron alrededor de 200 desaparecidos en democracia (Luciano Arrúa, Julio López), y alrededor de 4000 procesados por luchar, cuando no se enjuicia aún a muchos actores del golpe militar (muchos aún siguen en la Bonaerence o en el Ejército) ni tampoco a los autores de los asesinatos del 2001, como De La Rúa. Lejos de esto, Cristina ha cerrado filas con los sectores patronales, reivindicando hasta a la “democracia” de Yrigoyen, autor de la Semana Trágica y proponiendo una nueva legislación para “limitar” la protesta social, que se suma a la Ley Antiterrorista ya impuesta.
::24M:: Hoy más que nunca... ¡NI OLVIDO, NI PERDÓN!
No es casual que en este último tiempo Cristina haya sacado a la luz en sus declaraciones por cadena nacional, su giro a derecha contra de los docentes y las protestas sociales. Se le cae la careta a un gobierno que se llena la boca hablando de DD.HH. pero que, al fin y al cabo, defiende a las multinacionales imperialistas como Repsol y Chevron que saquean nuestros recursos naturales, a la par de la Barrick Gold y las multinacionales sojeras. Le niega a los docentes la posibilidad de recibir un salario digno, mientras que desembolsa miles de millones de dólares para indemnizar a Repsol. Premió con gigantescos subsidios la desidia de los empresarios que consecionaban los trenes. Encarga la seguridad nacional a personajes nefastos como Milani, al carapintada Sergio Berni, que acusó de piqueteros a los diputados del Frente de Izquierda Nicolás Del Caño y Christian Castillo, y poniendo a Granados en GBA.
Contra esto, debemos retomar lo mejor de la tradición del Movimiento Estudiantil de los '70, como los organismo de doble poder, y ponerlo al servicio de crear Centros de Estudiantes que pelee junto a las Comisiones Internas de Kraft, Coca-Cola, Donelley, los docentes, Liliana, Valeo, Kromberg, etc.
Por eso, este 24 de marzo, en un nuevo aniversario del golpe genocida al pueblo pobre y trabajador, desde La imaginación al Poder (Juventud del PTS+ independientes) llamamos a marchar masivamente de Congreso a Paza de Mayo junto a EMVyJ. Tenemos que salir todxs a las calles a exigir:
Durante los años previos al golpe, los trabajadores se pusieron a la cabeza de grandes jornadas de lucha como el Cordobazo y el Rosariazo, logrando en el ‘75 la conformación de asambleas interfabriles. Estos espacios donde la clase obrera se fortalecía políticamente, eran una gran amenaza para la burguesía, que optaron por cortar de raíz con el golpe militar. Así, sembraron el terror entre las masas con el asesinato y la desaparición de trabajadores y estudiantes, generando las condiciones para la implantación de las políticas neoliberales.
Hoy, la clase obrera está fortalecida gracias a la recomposición de los puestos de trabajo, el crecimiento de la sindicalización, etc. Acompañado esto con una embrionaria ruptura con la burguesía y en especial del peronismo, con el 20N como máxima expresión de ese proceso.
Frente a la crisis económica, el Gobierno Nacional toma decisiones cada vez más de derecha, sin sonrojarse después de tantos años de retórica populista. En los últimos meses ajustó con una receta de lo más ortodoxa, reforzando el aparato represivo con militares como Milani al frente del Ejército o al “carapintada” Berni en el Mtrio. de seguridad, avaló la condena sin pruebas a los petroleros de Las Heras, etc.
Entre algunxs compañerxs de La Imaginación al Poder decidimos escribir estas líneas porque nos parece importante que lxs estudiantes de Psicología comprendan cuál es nuestra postura y por qué queremos construir Centros de Estudiantes militantes, que no se contenten con conmemorar esta fecha de forma folklórica sino que se jueguen a luchar junto a lxs trabajadorxs para que haya juicio y castigo a los genocidas de la dictadura, para lograr la absolución de los petroleros de Las Heras, la destitución de Milani, luchar contra el ajuste y el intento de criminalizar la protesta que Cristina quiere implementar y que los partidos patronales opositores apoyan.
El golpe militar… o la contrarrevolución burguesa.
Todos los discursos que se escuchan acerca de la dictadura militar intentan ocultar lo que para nosotrxs es la prueba contundente de la lucha irresuelta de los trabajadores en los ’70, que comenzaba a organizarse por fuera de las direcciones sindicales burocráticas, cuestionando, de forma embrionaria pero peligrosa (para la burguesía), al peronismo. La creciente organización por fuera de los marcos de las direcciones sindicales burocráticas, prendió la alarma de la burguesía. En esos años se formó la AAA, que comenzó a perseguir a la vanguardia obrera en plena democracia.
En el ‘75 los trabajadores dieron una gran lucha para defenderse del Plan Rodrigo: el intento de Rodrigo y López Rega de imponer un mazaso salarial,negociar un salario básico de 3.3000, muy por debajo de la inflación del 182%. Este ataque comenzó a ser combatido desde las bases de las fabricas, que rápidamente comenzaron a movilizarse imponiendole a la burocracia de la CGT un paro el 7 y 8 de julio y logrando detener al Rodrigazo y a sus autores[1].
Como bien lo manifiesta Christian Castillo en su texto Elementos para un cuarto relato[2], no fueron “ni meros ‘errores y excesos’ dentro de una guerra contra el ‘terrorismo y la subversión’” del discurso militar, ni tampoco la “teoría de los dos demonios” que intentó quitar el contenido social y político del genocidio argumentando que fue una lucha entre la “extrema izquierda” y la “extrema derecha”, -con excesos de esta última al apartarse de las formas “democráticas” de represión y al desaparecer a “víctimas inocentes"-, borrando con el codo la actividad militante de los desaparecidos. Sólo veinte años después del golpe se comienza a reemplazar este discurso por el que sostenían hasta ese momento Madres de Plaza de Mayo y los partidos de izquierda, poniendo sobre el tapete las ideas y la militancia revolucionarias que sostenían los desaparecidos.
Sin embargo, los discursos arriba citados dejan por fuera las grandes acciones de masas protagonizadas por la clase obrera previas al golpe y bajo la misma dictadura, así como el papel jugado por las organizaciones de izquierda clasistas como el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) o Política Obrera (PO), ambos concentrando su accionar en las fábricas y delimitándose de los métodos guerrilleros muy en boga en aquella época, sostenidos por Montoneros y el ERP principalmente. Extraña, entonces, que si en las estadísticas del Nunca Más alrededor del 54% eran trabajadores y el 30% estudiantes y profesionales, las diversas versiones de los hechos hayan omitido el carácter político del golpe. El proceso entre 1969 y 1975 se caracteriza no sólo por las organizaciones guerrilleras, sino por el proceso revolucionario que tuvo como protagonista principal a la clase obrera, y con el Cordobazo como su máxima expresión.
Un de las formas de organización más importantes de organización de la clase obrera argentina se encontraban las “coordinadoras interfabriles” de 1975, compuesta de comisiones internas, cuerpo de delegados y seccionales de sindicatos. Estas rompían con los límites que intentaba imponer el peronismo y fue uno de los objetivos a liquidar por el golpe genocida. Muestra de esto fue el ataque inmediato a las principales fábricas y la detención de delegados combativos. Desarmar esta nueva forma de organizarse de la clase obrera fue una de las tareas del golpe, con el beneplácito de los partidos patronales como la UCR y la Iglesia.
Fin de ciclo y del discurso: las sogas de continuidad
Considerando el carácter antiobrero y contrarrevolucionario del golpe militar no queda más que denunciar el giro a derecha que está dando el gobierno en este último tiempo. La designación de César Milani como Teniente General del Ejército y el visto bueno para que Berni se ocupe de la represión no puede más esclarecer la postura de Cristina. El Ejército “nacional y popular” se ha vuelto un discurso común con el que intenta restituir la figura de una institución que es estructuralmente la pata reaccionaria de la burguesía (junto al aparato policial) con la que oprime a los trabajadores y el pueblo pobre. Además, recordemos cuál fue la salida del gobierno para detener los motines policiales: “conceder aumentos e impunidad para las fuerzas represivas, mientras plancha y devalúa el salario de los trabajadores”[3].
El gobierno, supuesto defensor de los derechos humanos, decidió que su proyecto político vendría de la mano con César Milani, militar investigado por su rol en el Operativo Independencia en Tucumán en 1975 junto a Antonio Domingo Bussi y otros criminales de lesa humanidad. Mientras que hay 5 mil personas perseguidas, con causas penales armadas a partir del Proyecto X[4]. Un ejemplo de esto ocurrió con trabajadores de Kraft y Pepsico que irán a juicio oral por manifestarse en Panamericana.
En La Rioja Milani está acusado de torturas contra Ramón Olivera y de la desaparición del conscripto Ledo, cuya familia fue amenazada y el CELS hizo público que la familia del periodista Oscar Schaller señala a Milani como uno de los responsables de su secuestro.
Por otro lado, Sergio “Rambo” Berni es un teniente coronel retirado del Ejército, señalado partícipe del levantamiento carapintada de 1987 liderado por el coronel Aldo Rico. Berni es un militar de confianza desde los viejos tiempos neoliberales de Néstor Kirchner en Santa Cruz, cuando era el responsable del control territorial, “el hombre del Gobierno que trata en la calle con los grupos piqueteros duros”. Así lo demostró en el desalojo de las bodegas Giol así como colaborando en la desarticulación de la ocupación del Parque Indoamericano con el saldo de tres muertos, así como en muchos otros ejemplos.
Sumándole a lo anterior, en esta “dékada ganada” del Kirschnerismo hubieron alrededor de 200 desaparecidos en democracia (Luciano Arrúa, Julio López), y alrededor de 4000 procesados por luchar, cuando no se enjuicia aún a muchos actores del golpe militar (muchos aún siguen en la Bonaerence o en el Ejército) ni tampoco a los autores de los asesinatos del 2001, como De La Rúa. Lejos de esto, Cristina ha cerrado filas con los sectores patronales, reivindicando hasta a la “democracia” de Yrigoyen, autor de la Semana Trágica y proponiendo una nueva legislación para “limitar” la protesta social, que se suma a la Ley Antiterrorista ya impuesta.
::24M:: Hoy más que nunca... ¡NI OLVIDO, NI PERDÓN!
No es casual que en este último tiempo Cristina haya sacado a la luz en sus declaraciones por cadena nacional, su giro a derecha contra de los docentes y las protestas sociales. Se le cae la careta a un gobierno que se llena la boca hablando de DD.HH. pero que, al fin y al cabo, defiende a las multinacionales imperialistas como Repsol y Chevron que saquean nuestros recursos naturales, a la par de la Barrick Gold y las multinacionales sojeras. Le niega a los docentes la posibilidad de recibir un salario digno, mientras que desembolsa miles de millones de dólares para indemnizar a Repsol. Premió con gigantescos subsidios la desidia de los empresarios que consecionaban los trenes. Encarga la seguridad nacional a personajes nefastos como Milani, al carapintada Sergio Berni, que acusó de piqueteros a los diputados del Frente de Izquierda Nicolás Del Caño y Christian Castillo, y poniendo a Granados en GBA.
Contra esto, debemos retomar lo mejor de la tradición del Movimiento Estudiantil de los '70, como los organismo de doble poder, y ponerlo al servicio de crear Centros de Estudiantes que pelee junto a las Comisiones Internas de Kraft, Coca-Cola, Donelley, los docentes, Liliana, Valeo, Kromberg, etc.
Por eso, este 24 de marzo, en un nuevo aniversario del golpe genocida al pueblo pobre y trabajador, desde La imaginación al Poder (Juventud del PTS+ independientes) llamamos a marchar masivamente de Congreso a Paza de Mayo junto a EMVyJ. Tenemos que salir todxs a las calles a exigir:
- Absolución de los petroleros de las Heras,
- Decirle NO al ajuste,
- BASTA de perseguir y reprimir a los trabajadores que se organizan y salen a las calles a exigir mejores condiciones laborales.
- Fuera Milani! Juicio y castigo a TODOS los genocidas.
[1] Para más información ver la revista mensual Ideas de Izquierda Nº7
[2] http://www.ips.org.ar/wp-content/uploads/2011/03/Elementos-para-un-cuarto-relato.pdf
[3] http://www.pts.org.ar/Milani-un-represor-en-ascenso
[4] Un operativo de espionaje sobre organizaciones populares que lejos está de respetar los derechos de los que salimos a luchar.
[2] http://www.ips.org.ar/wp-content/uploads/2011/03/Elementos-para-un-cuarto-relato.pdf
[3] http://www.pts.org.ar/Milani-un-represor-en-ascenso
[4] Un operativo de espionaje sobre organizaciones populares que lejos está de respetar los derechos de los que salimos a luchar.
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